COMO SERVIR UNA BUENA CERVEZA
El tiraje de la cerveza es un complemento indispensable para un correcto consumo. Es pues un arte que requiere gran atención y unas manos expertas y agradecidas.
En España nos encontramos en la mayoría de los casos con que la cerveza se tira rápido y mal, de manera descuidada.
Mientras que en países como Alemania, pedir una cerveza significa tener que esperar unos minutos para recibir un líquido con sus más adecuadas características.
Allí se considera una maestría y como tal lo entienden las personas que despachan en los establecimientos.
Pero el tiraje, como arte, tiene todos los problemas que ello conlleva. En primer lugar, está guiado por un afán personal y con la intención y gustos del tirador: nadie puede decir qué es exactamente bueno en el tiraje o qué malo, depende de las apreciaciones de cada cual.
Por ello, vamos a dar una de las múltiples versiones del tiraje, dado por un responsable de la Bodega de La Ardosa , uno de los locales con mejor fama de tiradores de cerveza de Madrid.
Ángel Monje no deja de afirmar cuando explica que el método es “su método”, el que ellos consideran mejor, pero no universal, cada tipo de cerveza, asegura Ángel, tiene una peculiar forma de tirarse.
Hay que tener presente que hablamos de “cómo servir una buena cerveza en España”, con nuestro tradicional sistema de cerveza impulsada por las botellas de CO 2 y nitrógeno. En la República Checa o Gran Bretaña las cervezas salen con menos complicación. No todo el éxito radica en un buen servicio, nos dice Ángel, la instalación y su mantenimiento un papel primordial. En La Ardosa mantenemos almacenados los barriles en nuestra bodega a una temperatura constante de 12º y nunca servimos un barril si antes no ha reposado al menos 24 horas. La instalación debe ir con la vertical del grifo y la “profundidad” del grifo al barril no debe superar los 4,5 metros . La limpieza de tuberías va en función al tiraje, pero en cualquier caso no debe sobrepasar los 15 días.
En La Ardosa nunca mojamos el vaso antes de servir una cerveza. Para nosotros el vaso debe de estar seco e impecablemente limpio y nunca se debe lavar conjuntamente con vajilla que esté sucia con grasa o restos de comida; enfriar el vaso con agua condiciona la pureza de la cerveza y deteriora la consistencia y tupidez de la espuma que juega un papel esencial como antioxidante de la misma.
PILSEN. Es la rubia por excelencia. La original es la Pilsner Urquell , creada en 1842 y primera cerveza rubia del mundo, por ello en sus etiquetas siempre se lee “Tipo Pilsen”. Esta cerveza utiliza el lúpulo más exquisito del mundo, el Zatec Rojo, el agua blanda sustraída de los acuíferos de Pilsen y un ingrediente secreto, una magnífica levadura denominada Pilsner “H”.
Es de sabor suave y de aroma floral y amargo.
Para servir una Pilsen de calidad, dejamos caer el líquido a unos 20- 25 cm. contra el lateral interno del vaso con el fin de liberar la mayor cantidad de CO 2 añadido. El vaso se llena mayormente de espuma. Es importante que esta llegue hasta el borde sin que se derrame nada. Dejamos reposar el tiempo necesario hasta que empiece a “morir” la espuma. Antes de llevar al grifo y llenar el vaso de nuevo, golpeamos la base del mismo con la barra (de madera) con el fin de apelmazar la espuma.
Podemos repetir el proceso una vez más dependiendo siempre de la temperatura exterior que esté recubriendo el vaso y la cerveza.
Para finalizar, acercamos el vaso al grifo abriéndolo y cerrando enérgicamente para crear el necesario copete y servimos.
BITTER. Cerveza típicamente Británica. Su origen se remonta a la época colonial. Altamente lupulizada y delicado sabor a malta, de tonalidad ámbar se debe servir entre 10º y 12º. Su contenido alcohólico va de los 3º a los 5,5.
Debido a su corta vida, una vez pinchado el barril, solamente en Inglaterra podemos disfrutar de una verdadera bitter natural sin conservantes sacada del barril al vaso mediante el vacío creado por el émbolo del “Hand Pump”. ¡Entrañable delicia!.
La exportada no deja de ser un buen producto, al que estamos obligados a degustarla impulsada por el gas mezclado entre nitrógeno y CO 2 que hacen que su tiraje sea idéntico al de la Guinness.
STOUT. Cerveza negra muy lupulizada y de alta fermentación. Guinness es su máxima representación. Típicamente Irlandesa, aunque su origen es londinense. Surgió de la PORTER en 1770 como alternativa a la ALE que era la más demandada.
Servir una buena cerveza Guinness no se puede explicar con palabras. Depende de varios factores, la temperatura de la bodega, la temperatura del barril, si la temperatura ambiente es seca o, por lo contrario, húmeda,… pero sobre todo cuenta la buena disposición y la experiencia del barman.
En cualquier caso se debe servir con delicadeza y no muy fría (entre 9º y 12º) y su imagen final no debe presentar ninguna burbuja pegada al vaso y debe tener una espuma tupida y cremosa de 2 cm . ¡Slainte!